Para poder valorar si una persona es exitosa en su vida tendremos que empezar definiendo la palabra éxito. Aquí es donde empieza la dificultad ya que, si nos paramos a preguntar a diferentes personas qué entienden por tener éxito en la vida, cada una nos dirá algo diferente. Entonces… ¿Cómo saberlo? ¿Por dónde empezamos? Es una pregunta que tenemos que respondernos con calma y que nos puede llevar un tiempo.
Podríamos empezar cuestionando nuestra idea de éxito. Muchas veces nos damos cuenta de que incluso esa idea de éxito que creemos haber elegido ni siquiera es algo que hemos decidido. A veces ocurre que definimos si somos exitosos/as en la vida a través de las expectativas sociales, familiares…, siendo algo que hemos ido mamando de una manera inconsciente y sin ser protagonistas. Podríamos compararlo con los mensajes subliminales, algo que apenas percibimos pero que vamos interiorizando de una manera inconsciente.
Socialmente hoy en día se suele relacionar el éxito en la vida con haber logrado una buena carrera profesional, tener la familia ideal o la pareja perfecta…; en resumen, la vida perfecta, algo que evidentemente no es posible. Nos pasamos la vida fantaseando con cómo va a ser nuestra vida ideal, cuando la realidad suele ser muy diferente a lo que hemos imaginado. Es aquí donde entra en juego nuestra tolerancia a la frustración; en función de la capacidad que tengamos de frustrarnos, podremos recolocarnos y seguir adelante, pudiendo soportar la no inmediatez y asumir el gran trecho entre lo idealizado y la realidad.
Otro de los mensajes que podemos recibir de la sociedad es la frase de “si quieres puedes”. Nos hablan del éxito como algo que es cuestión de voluntad. El éxito está claro que hay que buscarlo y que hay que currárselo. Sin embargo, no siempre se puede; hay veces que la vida nos frena y las circunstancias personales impiden conseguir aquello que deseamos.
En definitiva, si echamos la vista atrás nos daremos cuenta de que no estamos donde esperábamos, que las cosas no son como habíamos idealizado…; a lo mejor, simplemente, estar a gusto con tu día a día y sentirte cómodo/a con tu vida ya es signo de estar saboreando el éxito.
Estibaliz Oregui, psicóloga, psicoterapeuta de familia y pareja de Ediren
Escúchale en esta entrevista en Radio Vitoria:
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