La salud mental está de moda
Corren tiempos en los que podríamos decir que la salud mental está de moda. Hay cada vez más sensibilización con el mundo emocional. Es muy buena noticia que se ponga en primer plano y nos encarguemos de ella. Pero, ¿cómo lo estamos haciendo?
La vida emocional es conflictiva por definición. Pero, tenemos datos alarmantes que abren telediarios, estadísticas escalofriantes que angustian a pequeños y mayores. La preocupación por la salud mental crece y, sin embargo, lejos de cuidarnos con tanto alarmismo, estamos promocionando la patología mental. ¿No estaremos patologizando situaciones que corresponden al desarrollo evolutivo de los menores?
En este contexto, la escuela es un espacio fundamental para la gente más joven; es el medio natural en el que se mueve a diario y donde, podríamos decir, pasa el mayor tiempo de cada jornada en muchos de los casos.
La escuela estructurante
La escuela es un factor de socialización de primer orden. Juega un papel fundamental en el desarrollo cognitivo y socioemocional del alumnado, junto al hogar donde vive. La escuela es estructurante en la personalidad e identidad de la persona adulta que el o la alumna será en el futuro; más si cabe, en el caso del alumnado con un entorno social y familiar más empobrecido. En estos casos, la escuela juega un papel compensatorio de desigualdades, al aportar un entorno seguro y predecible necesario para el normal desarrollo de cualquier menor y adolescente.
¿Cómo está hoy la escuela?
La realidad que estamos viviendo nos dice que, en general, no estamos cuidando la escuela como se debería: los institutos son macrocentros de más de 800 personas, existen altas tasas de segregación, falta de recursos, cambios en el profesorado, alta carga de trabajo, sobrexigencia… Todo esto, ya en sí mismo, es un factor de riesgo para la salud mental.
Cada vez existe mayor diversidad en las escuelas, diversidad cultural, diversidad de género, diversidad cognitiva, diversidad en cuanto al poder adquisitivo de las familias… Esto sin duda es muy enriquecedor. Sin embargo, trabajar la diversidad es complejo; a mayor diversidad, mayor es el grado de sofisticación que se va a necesitar para cuidar de toda la comunidad educativa.
Escuela entorno seguro
Los más jóvenes pasan muchas horas del día en los centros educativos. En este sentido, crear un entorno seguro donde todo el mundo sienta el respeto, el cuidado y la valoración de su individualidad por parte del resto de la comunidad educativa es necesario. Es importante que se creen relaciones sanas, vínculos de cuidado y sentimiento de pertenencia. La importancia de crear esa comunidad educativa y fortalecer vínculos va a favorecer un entorno seguro.
A medida en que la conexión y las relaciones entre el alumnado, el profesorado, las familias y el personal no docente sean más fuertes, aumentan las posibilidades de contar con un entorno seguro y con relaciones saludables; y, a su vez, disminuyan las situaciones de acoso o relaciones de dominio y sumisión. Cuando surjan conflictos, la escuela va a poner los medios adecuados para que las partes implicadas puedan reparar el daño causado y se puedan restaurar las relaciones.
Un reto colectivo
No es tarea fácil, es complejo y por eso hablamos de reto colectivo. Se trata de un trabajo interdisciplinar entre toda la comunidad educativa. Habrá que unificar criterios entre todos los profesionales y no profesionales; esto requiere de mucho trabajo en equipo, de mucha coordinación, tiempo y esfuerzo.
La buena noticia es que actuará como factor de protección en el presente, generando el día de mañana una sociedad mejor y más saludable.
Fdo. Haizea Marijuan, psicóloga, terapeuta infantil
De todo ello hablamos en las pasadas XVII Jornadas Salud y Modos de Vida, con las que arrancamos el curso, en las que hablamos sobre “Salud mental y escuela”. Si no pudiste acudir o te perdiste alguna de las sesiones, aquí puedes visionarlas de manera íntegra.
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