EL PSICODRAMA, EL AUTÉNTICO I+D+I EMOCIONAL
Escucha a Enrique Saracho, psiquiatra, psicodramatista y director técnico de Ediren, en una entrevista en El Mirador de Radio Vitoria.
El Psicodrama es una técnica de trabajo en grupo que tiene casi 100 años. Se suele conocer por su aplicación en la terapia clínica, pero tiene otras muchas…
Hoy en día se habla mucho de grupo y estamos muy sensibilizados con los nuevos métodos para trabajar en grupo en los campos de la Educación, la empresa, la Intervención social.
Con el Psicodrama, tenemos en nuestras manos una herramienta de alta tecnología; con una sala diáfanana, sillas colocadas en círculo y un grupo de personas que quieren hablar sobre un mismo tema contamos con una «máquina de realidad virtual» de primer orden si la sabemos utilizar: la escinificación. Hablamos de las técnicas grupales activas.
Estamos muy acostumbrados a la comunicación oral. Pero hay situaciones grupales en las que la palabra no nos permite avanzar. El Psicodrama introduce la dramatización, la escenificación, que permite una mirada a quién está en el centro de la sala e introducimos la expresión corporal.
Estamos muy constreñidos con las palabras pero cuando hablamos de emociones el cuerpo es experto, es el que sabe transmitir y comunicar emociones.
El Psicodrama lo utilizamos en tres ámbitos:
– Como técnica de psicoterapia de grupo: cuando se alcanza un clima grupal adecuado de espontaneidad y confianza se puede trabajar cuestiones emocionales.
– En los cursos de formación para madres y padres: se representa lo que ocurre una tarde en una casa cualquiera a las ocho de la tarde. El grupo hace de espejo que nos devuelve lo que nos gusta ver y lo que no… El cuerpo es muy sincero y nos delata. Eso es lo que vamos buscando esa sinceridad y esa honestidad personal. Uno mismo se puede engañar, pero al grupo no se le puede engañar… Somos muy esclavos de los roles que nos asignan
– Para trabajar conflictos de relación en muy distintos equipos, por ejemplo en ámbito laboral.
En el Psicodrama buscamos el ser espontáneos (como los niños). cuando uno está sentado primero se piensa lo se reflexiona y luego se actúa; pero cuando sales a escena, primero actúas, luego sientes, tomas conciencia de sentimientos, y por último piensas.