La psicoterapia de grupo es la más indicada cuando existen problemas en las relaciones con otras personas, ya que representa un auténtico laboratorio de relaciones humanas. Cuando experimentamos dolor moral o conflictos emocionales tendemos a aislarnos y nos resulta difícil compartir esa situación; sin embargo, cuando nos vemos reflejados/as en otras personas, somos capaces de entender mejor lo que nos pasa.
El grupo es una micro sociedad controlada, en donde podemos ensayar nuestros problemas y darnos segundas oportunidades. Es el tipo de psicoterapia más potente que existe ahora mismo. Se consiguen mejores resultados en menos tiempo. La gente tiene falsas ideas por lo que ven en las películas americanas. Es cierto que fue más popular en la década de los 50, 60 y 70. Ahora vivimos épocas más individualistas, y parece que una atención individualizada es de más calidad.
Cómo puedo entrar en un grupo de terapia
Para iniciar una psicoterapia de grupo, se requiere una valoración individual para ver si la persona reúne las características necesarias. Las indicaciones para derivar una persona a una terapia de grupo son muy amplias y prácticamente las mismas que en una terapia individual, con alguna salvedad. Está especialmente indicada para las personas que tienen problemas de fobias sociales, aunque les va a costar más trabajo planteárselo.
Lo grupos suelen ser homogéneos, donde haya cierto equilibrio entre hombres y mujeres, más o menos de una edad pareja, o que estén en momentos parecidos del ciclo vital. Los grupos pueden ser más verbales, se sientan y dialogan y utilizan la palabra como vehículo, pero hay otros en los que se utilizan técnicas activas como la música, el cuerpo, el movimiento y sobre todo la dramatización de escenas (Psicodrama), ya que a veces para gestionar emociones la palabra se queda corta.
De entrada, el grupo suele generar resistencias y ansiedades. Para que las personas que integran el grupo vayan abriéndose, se suelen utilizar técnicas de caldeamiento, para ir entrando progresivamente. Se utilizan dinámicas y juegos para ir generando un determinado clima de confianza. La espontaneidad es una herramienta muy importante, algo que hay que cuidar y trabajar mucho. Tiene que ir surgiendo «el protagonista» que todas las personas llevamos dentro. Es muy importante respetar los procesos y los tiempos de cada cual; hay días en las que uno viene con más ganas de hablar y otros días menos. Cada persona tiene su espacio y su momento.
Si estás pensando en acudir a psicoterapia de grupo, contacta con nuestro equipo de profesionales.
Factores curativos de la psicoterapia de grupo
Una terapia de grupo ayuda por los siguientes factores (adaptado de los Factores Curativos descritos por Irvin D. Yalom, en 1986):
- Altruismo. Nos sentimos bien cuando ayudamos a otras personas.
- Cohesión del grupo. Pertenecer a un grupo que me conoce, me comprende y me acepta con mis defectos me brinda apoyo, me hace no sentirme sola o solo.
- Universalidad. No soy un bicho raro, lo que me pasa a mí también le pasa a otras personas.
- Habilidades sociales. Una terapia de grupo funciona como un “gimnasio” para el entrenamiento de las relaciones humanas porque:
- me entero de qué impresión causo en las demás personas
- venzo la timidez, aprendo a decir lo que pienso y cojo confianza
- aprendo a gestionar conflictos de relación con otras personas.
- aprendo que no tengo por qué gustar a todas las personas.
- Me entero de las cosas de mí que desagradan a otras personas.
- Guía. Recibo consejos y sugerencias de otras personas acerca de cómo llevo mi vida.
- Identificación con otras personas. Otras personas dan respuestas diferentes a los mismos problemas que tengo yo, que me enseñan por dónde seguir.
- Desahogo, aprender a expresar sentimientos y descargar tensiones.
- Revalidación de la familia. Estar en el grupo era, en cierto sentido, como revivir y comprender mi vida en la familia que me crió. Me permitió comprender que repetía los mismos papeles y así, poder cambiarlos.
- Autoconocimiento. Saber por qué siento y pienso como lo hago, descubrir y aceptar partes mías antes desconocidas o inaceptables.
- Infundir esperanzas. Ver que otras personas han superado problemas que yo ahora veo irresolubles. Ver la mejoría de otras personas me permite confiar en que yo también podré mejorar.
- Factores existenciales. La vida es a veces injusta y dura para todas las personas, debo tomar las riendas de mi vida y aprender a resolver por mí mismo/a algunas situaciones de la vida.
Fdo. Enrique Saracho, psiquiatra, y Naroa Arizaga, psicóloga
Deja una respuesta