El rol de mujer y madre está cambiando. Desde el momento en el que las mujeres acceden al mercado laboral, ya no pueden ocuparse tanto de la casa, ni de los hijos e hijas, como supuestamente tendrían que hacerlo desde la visión estereotipada de ser madre y padre.
Los modelos familiares están adaptándose a la realidad social. Actualmente, junto al modelo “tradicional” o “materno paterno filial” convive el que se denomina “modelo del cambio”; éste es el que se viene a llamar de “doble jornada para la mujer” o el de “la super woman”. Por fortuna, existen además otros modelos que por fin se han reconocido como familia: el monomarental o monoparental. Y es que ya es un hecho el funcionamiento de las familias reconstituidas, y el de las familias en las que dos personas adultas son del mismo sexo.
De estos últimos modelos familiares me interesa rescatar que están suponiendo un avance en la eliminación o atenuación de los estereotipos de madre cariñosa, comprensiva, cuidadora etc., así como de padre rígido, autoritario, proveedor etc.; aspectos que caracterizan socialmente el rol madre-padre tradicional.
Estas familias están educando, cuidando, ayudando a crecer a sus hijos e hijas desde otros parámetros, pues los antiguos no se adaptan a sus necesidades. No pueden cumplir con los roles establecidos; no pueden asignarlo al sexo que “corresponde”. En las familias reconstituidas nos encontramos con figuras de madre y padre no biológicas, pero que están ejerciendo el rol de madre o padre diariamente.
Me gustaría destacar que las familias más jóvenes en las que trabajan los dos, ya se están empezando a no reproducir estos estereotipos; en los dos sexos realizan las mismas tareas y se ocupan de los hijos e hijas de manera igualitaria en conciliación laboral y familiar.
Desde mi punto de vista y gracias a mi experiencia de trabajo con madres y padres, soy optimista en cómo se están haciendo las cosas en algunas familias. Ellas están dejando de asumir ciertos papeles y ellos están asumiendo papeles que históricamente no les “correspondían”.
Estas familias están contribuyendo a un cambio real y a un avance muy importante en los parámetros de los roles estereotipados de cómo ser madre y padres en la sociedad igualitaria de hoy.
Aún queda mucho por hacer; aún muchas mujeres y hombres que están ejerciendo de madres y padres tienen que ir ejerciendo su rol de otra manera; muchas mujeres y hombres tienen que ir educando a sus hijos e hijas para que vayan interiorizando estos roles como igualitarios y paritarios; más desde la personalidad de los padres y madres a nivel individual que como formas socialmente establecidas.
Susana Martínez Iza, educadora social, experta en mujer y familia de Ediren.
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