Cuando acudimos al fisioterapeuta generalmente suele ser cuando sufrimos un dolor físico y ya no podemos aguantar más. Como se suele decir, “nos acordamos de Santa Bárbara cuando truena”.
Pero debemos saber que existe un antes, donde la Fisioterapia puede ayudarnos a prevenir, corregir, informar y asesorar.
La Fisioterapia, nos puede dotar de programas que promueven la salud y nos posibilitan de herramientas para adoptar hábitos de vida saludables, y ayudarnos a que nuestro cuerpo se lesiones menos, o menos a menudo.
Exponemos a continuación algunos de los que realizamos en Ediren:
La prescripción de ejercicio físico. Se refiere a ejercicios adaptados, personalizados y moderados (una herramienta terapéutica, muy recomendada para la población en general). Este ejercicio está adaptado a la individualidad de las personas y puede servir para aquellas que padezcan tanto patología aguda, como crónica. Se trabaja, desde una contractura (prescripción de unos estiramientos concretos), como hipertensión, obesidad, diabetes, sedentarismo…. Este tipo de programas nos pueden ayudar a estirar, disminuir el índice de masa corporal, aumentar la fuerza, resistencia, flexibilidad y masa muscular, adquiriendo así una mejor condición física y una mayor funcionalidad en nuestras actividades de la vida diaria. En definitiva… sentirnos mejor.
Otro programa preventivo que la Fisioterapia nos puede ofrecer es el cuidado de nuestro esqueleto y principalmente nuestra espalda. Su enfoque va a estar dirigido al aprendizaje de los errores que comentemos tanto con la espalda y nuestras posturas, como con los gestos repetitivos corporales que realizamos en nuestro día a día. De acuerdo con esto, se trabajan aspectos corporales de toma de conciencia de nuestras posturas y su corrección por medio de diferentes ejercicios, para realizar una modificación del hábito erróneo y así prevenir lesiones.
El trabajo que generalmente se realiza va más enfocado a la espalda, pero no podemos eludir la conexión directa con todo el cuerpo, el resto de articulaciones, su postura y su colocación.
Así pues, si no lo sabíamos, la Fisioterapia nos puede ayudar a aplicar este otro refrán: “más vale prevenir que curar».
Leire Corres y Yolanda Valle, fisioterapeutas de Ediren
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