Programa emitido en Punto Radio. Yolanda Valle, fisioterapeuta, osteópata
Es un buen momento para dedicar cinco minutos a todas esas mujeres que durante estos días navideños ha modificado su cotidianidad, su actividad diaria, su soledad, su rutina, para así poder reunir a toda su familia.
Han cargado mucho peso en sus manos cansadas al cargar bolsas y bolsas de comida. Comida que iba a alimentar a los suyos. Debían almacenarla en un pequeño frigorífico que al abrirlo salían los alimentos disparados por el pequeño espacio hábil. Han pasado horas ante los fogones para proporcionar a los suyos sabores que les recuerden el abrigo y el recogimiento familiar de siempre. Su casa en algunos casos se ha llenado de gente, de ruido, de barullo por unas horas, e incluso días. Ruido que le alteraba, pero a su vez le confortaba.
Durante estos días mientras nosotros como hijos llegábamos a sentarnos para ser servidos y alimentados como poyuelos…, estas queridas mujeres han sufrido una sobrecarga y un estrés, tanto físico como emocional.
Y tras las fiestas llega la calma, la cotidianidad, la soledad, y es ahí donde en su butaca sentada, suspira, en incuso solloza. Y en esa calma comienza la escucha de su cuerpo, y siente el esfuerzo realizado durante esos días. Percibe el peso de los años y siente el anhelo por lo vivido, y anhela ese estrés que socialmente se ha asignado-asumido en su rol de mujer/madre?
Gracias a todas…
Se observa cada vez más que, tras las fechas navideñas, asisten a consulta de Fisioterapia mujeres de edad comprendida entre 58-70 años que se quejan de malestares musculares. Casi siempre, son reincidencias de dolores anteriores, aparentemente ya mejorados y/o desaparecidos en el tiempo. Pero es tras estas fechas cuando vuelven a reaparecer. Consideramos que la sobrecarga física y el estrés emocional son los causantes de la aparición ocasional de este tipo de tensiones.