Los ansiolíticos son un grupo de sustancias que se utilizan para el tratamiento de síntomas vinculados con la ansiedad. Dentro de los más utilizados, se encuentran las Benzodiacepinas.
Aumento del consumo de ansiolíticos
En la actualidad, y tras la pandemia de COVID-19, se evidenció:
- Por un lado, un aumento sustancial en el uso de ansiolíticos (aproximadamente en un 7%).
- Y, secundariamente, un aumento del uso inadecuado de los mismos.
Para evitar el uso inadecuado de los ansiolíticos es fundamental comprender, que ante síntomas de ansiedad, se debe recurrir en lo posible inicialmente a métodos no farmacológicos para combatirla. Se ha comprobado, que el ejercicio físico, la meditación, ciertos tipos de yoga, una red social sólida y consistente (familia, amistades, etc.), pueden ser recursos muy efectivos para combatir la ansiedad.
La psicoterapia como alternativa
Por supuesto, en Ediren defendemos otra herramienta muy eficaz para trabajar el origen de los problemas que pueden estar ocasionando que la persona sufra ansiedad. Hablamos de la psicoterapia. Un proceso muy efectivo, cuyos resultados no son inmediatos, pero que a medio-largo plazo proporciona grandes beneficios en la salud mental de las personas.
Y es que la psicoterapia es un recurso donde las personas que inician este proceso terpéutico pueden encontrar significado a síntomas emocionales y crisis vitales que no permiten enfrentar el día a día. La psicoterapia ayuda a entender estas situaciones y mejorar la calidad de vida de las personas.
Sin embargo, existen situaciones en las cuales estos métodos citados anteriormente no son suficientes para erradicar los síntomas de ansiedad. Suele ser, en esos casos, donde el o la profesional tome la decisión de utilizar medicamentos (ansiolíticos).
Cómo utilizar los ansiolíticos
Con respecto a éstos, existen ciertos conceptos muy importantes. En general:
1.- No es aconsejable utilizarlos por periodos largos de tiempo (mayores a 3 semanas), ya que:
- Pueden generar tolerancia, es decir, desaparición del efecto ansiolítico con el tiempo, lo que lleva a elevar la dosis.
- Dependencia psíquica: sensación o emoción que consiste en sentir que no se puede hacer una vida normal sin el ansiolítico.
- Dependencia física y abstinencia: cuando este medicamento se utiliza por periodos prolongados de tiempo, puede generar síntomas de abstinencia al intentar retirarlos, y el riesgo a que esto suceda es mayor si el retiro se hace en forma brusca y sin supervisión médica.
2.- Es importante remarcar el riesgo que existe en la asociación entre ansiolíticos y alcohol ya que, en casos extremos, puede provocar la muerte.
3.- Estos medicamentos, generan un retraso en las respuestas reflejas y el tiempo de reacción, con lo cual se desaconseja su uso en personas que deban conducir u operar maquinaria pesada.
4.- Por último, puede existir asociación entre el consumo prolongado de estos fármacos y la pérdida memoria reciente.
Por lo tanto si es necesario utilizar ansiolíticos, hagamos un uso responsable de los mismos y sigamos las indicaciones profesionales.
Fdo. Jonathan Torchio, médico, psicoterapeuta
Escucha a Jonthan Torchio junto a Enrique Saracho, psiquiatra, en esta entrevista en Radio Vitoria.
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