Nos está tocando vivir tiempos complicados en los que da la sensación de que se van haciendo las cosas en modo tanteo-error. Un momento en el que tenemos que hacer más hincapié en el cuidado de la salud, dándose una disputa entre la salud física y la salud emocional. Pero, ¿cuál es más importante? ¿Nos podemos encargar de una y no de la otra? Se está priorizando la salud física, de ahí todas las medidas que se están tomando al respecto, pero los cuidados emocionales no dejan de ser menos importantes.
Con todo esto, nuestros/as jóvenes están enfadados/as con el toque de queda y tienen razones para ello. Para las personas adultas, los jóvenes son unos caprichosos e irresponsables, que sólo quieren quedar para pasarlo bien, y además creemos que descuidan la salud de nuestros mayores. Ésta es la imagen que creemos que están dando, pero ¿quién se esta haciendo cargo de las necesidades emocionales que tienen jóvenes y adolescentes en este momento? Tenemos que ofrecerles alternativas entendiendo también las necesidades afectivas y emocionales que tienen.
¿Qué significa el AFUERA para los jóvenes?
Tienen que ir al colegio a pesar de que corren riesgos de poder contagiarse o de contagiar a otros, pero los adultos hemos hecho que estos espacios sean seguros, y de hecho es uno de los que menor porcentaje de contagio tienen respecto a otros muchos.
¿Cuál creéis que es el castigo mas frecuente para los/as adolescentes? “Castigado sin salir”, y ahora de repente todos los adolescentes están castigados sin salir, pero ¿por qué? El hecho de castigarlos sin salir tendría que ser igual que castigarlos sin ir al colegio, pero ¿castigarías a vuestros hijos sin ir al colegio por portarse mal? En el colegio aprenden muchas cosas importante y determinantes para su futuro, pero en el AFUERA de un adolescente tiene otras muchas asignaturas que tiene que aprobar para su futuro, como, por ejemplo:
- encontrar cuál es su lugar en el grupo de iguales
- si soy líder o soy seguidor
- si soy capaz de tomar decisiones o acato las que toma el grupo
- quién es el que decide qué hacemos
- y si no estoy de acuerdo con algo que se ha decidido, qué pasa
Como, por ejemplo, las mascarillas: ¿si todos deciden quitársela y yo no, qué pasa? ¿Cómo aprendo a gestionar la presión del grupo?
¿Dónde aprende un adolescente a gestionar todos estos aspectos que van a ir siendo importantes en la construcción de su identidad?
Otra asignatura importante también en el AFUERA de un adolescente es ligar.
¿Creéis que ligar es fácil, que es algo natural? Tenemos que aprender a relacionarnos con el otro sexo o con el mismo, y los adolescentes son personas que se sienten inseguras y necesitan aprender a relacionarse para poco a poco ir obteniendo habilidades en este campo tan amplio como es la relación con el otro.
¿Creéis que ligan más, los mas guapos o las más guapas? ¡Pues no! No sólo hace falta ser guapo para ligar, hacen falta más habilidades sociales como pueden ser el saber sacarte partido, ser natural, ser espontánea, etc. …pero ¿cómo se aprende esto? ¿se puede aprender desde casa, sin poder experimentar? ¿Cómo hace para ligar una persona adolescente que se siente insegura con un cuerpo con unas cualidades físicas en proceso de cambio? Es necesario:
- relacionarse con su grupo de iguales
- descubrir cuál es su rol dentro de la cuadrilla
- aprender a gestionar las situaciones de poder dentro del mismo
- demostrar a los iguales cómo es, etc.
para poder ir forjando su identidad.
¿Saber hacer todo esto puede ser importante en el proyecto de futuro de una persona?
La identidad es considerada como un fenómeno subjetivo, de construcción personal, que se elabora simbólicamente en interacción con otros. También va ligada a un sentido de pertenencia a distintos grupos socioculturales con los que consideramos que compartimos características en común. Todo este maravilloso proceso en el que el ser humano se define a sí mismo, se forja principalmente durante la adolescencia.
La adolescencia tiene el propósito principal de que la persona adquiera un compromiso de identidad del ‘yo’ y, por tanto, un aumento de confianza de su autoconcepto. El joven necesita confirmar que la manera en la que se ve a sí mismo tiene una continuidad con su pasado y, además concuerda con la percepción que los demás tienen de él.
Ahora mismo estamos en un momento en el que les hemos quitado la posibilidad de poder llevar a cabo toda esta investigación tan importante y no les estamos ofreciendo otras alternativas.
Antes, por ejemplo, disponían de las Lonjas. Para los adultos las lonjas son lugares de orgía y desenfreno, pero para los adolescentes supone un laboratorio en el que poder experimentan y poder aprender a relacionarse con los otros. En las lonjas los adolescentes tienen que: relacionarse con el casero, establecer entre todos normas de funcionamiento, crear un horario para los turnos de limpieza, pagar, aprender a gestionar a aquel que no paga y es moroso, aprender a poner límites, etc. Supone un lugar en el que aprender a autogestionarse.
¿Consideráis que este aprendizaje es importante en el proyecto futuro de una persona? Les hemos cerrado todos los posibles espacios en los que poder relacionarse, y al mismo tiempo les estamos privando de este aprendizaje sin ofrecer alternativas.
Somos las personas adultas a quienes nos corresponde dar futuro y oportunidades de desarrollo, y no lo estamos haciendo; por eso están cabreados y cabreadas, ¡con toda la razón! Tenemos la mano muy larga y rápida a la hora de cortar recursos, pero perezosa a la hora de permitir que demuestren las capacidades que tienen.
No sé si recordáis que hace unas semanas en Logroño un grupo de adolescentes se organizó, se autogestionó, para recoger y ordenar todos aquellos disturbios que habían organizando unos pocos jóvenes la noche anterior. Estamos metiendo a todos en el mismo saco cuando no es así.
Gracias a las nuevas tecnologías están siendo capaces de seguir cuidando las relaciones que tenían y de ir forjando nuevas, pero siguen estando privados de poder hacerlo de una manera adecuada. Necesitan poder relacionarse en el AFUERA y que se les permita ir desarrollando poco a poco su identidad, que es algo fundamental para su futuro. La calle es la universidad de la vida, y tienen que poder disponer de espacios dentro de esta universidad en la que poder aprender e investigar cómo funcionan las relaciones entre iguales, y cómo son capaces de gestionarlas. Tenemos que tener en cuenta que estas nuestras/os jóvenes van a ser quienes gobiernen el futuro.
Si cerramos o quitamos opciones, ¡tenemos que poder ofrecerles alternativas!
Naroa Arizaga, psicóloga, experta en familia y pareja
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