La Navidad, época del año marcada por celebraciones, reencuentros tanto con familiares como con amistades, momentos de abrazos y de besos, de compartir e incluso agradecer. En otras palabras, época de armonía, de mostrar alegría, disfrute, agradecimiento e ilusión.
En estas fechas tan significativas, seguro que alguien se preguntará: ¿pero por qué hay que mostrar estas emociones de felicidad? ¿Realmente siempre es así? ¿Todas las personas de nuestro alrededor se sienten en realidad felices?
Es cierto que para algunas personas la Navidad es una época de alegría y disfrute, incluso para aquellas que pueden realizan un paréntesis en su día a día, a pesar de sufrir conflictos familiares, separaciones, procesos de duelo, enfermedades… Estas personas se permiten dejar a un lado el malestar que sienten e intentan disfrutar de la esencia de estar rodeado de las personas que más quieren.
Sin embargo, para otras la vida sigue y les resulta muy difícil hacer esta pausa y aparentar sentirse felices y a gusto con su realidad, aunque los «cánones navideños» así lo digan. ¿Pero realmente estas personas se pueden permitir sentir lo contrario a lo que supuestamente la Navidad significa?
Podríamos decir que, afortunadamente, cada vez hay más personas que no se sienten obligadas a expresar alegría e ilusión cuando verdaderamente no es lo que sienten, aunque no es fácil... Estas personas se dan cierto permiso a expresar su realidad desde la tristeza o el enfado; desde el no querer compartir ni juntarse con nadie, ni aparentar por asomo algo que no es real.
Desde Ediren defendemos la importancia de “darnos permiso”, es decir, de poder expresar lo que cada persona siente en función de la realidad que está viviendo en ese momento, a pesar de los estereotipos y de lo que la sociedad nos marca: lo que se debe o no se debe hacer, lo que esta bien o mal…
Es muy importante que seamos conscientes de que cada uno o cada una tiene su propio ritmo emocional; es fundamental permitirnos vivir desde las emociones, desde el sentir, y expresar tal y como somos para poder vivir desde nuestra propia realidad. Un gran reto que tenemos por delante, ¿seremos capaces de cumplirlo en estos próximos días?
¡Deja huella en 2019!
Alaia Ozerinjauregi, psicóloga, psicoterapeuta de familia y pareja de Ediren
Mª Asunción San Miguel Arteaga dice
Me ha parecido muy bueno este artículo. Desde que era pequeña me alegraban las navidades peo también sufría y me quería tirar por la ventana, para no vivir esa falsa alegría. Así que lo entiendo porque sólo hoy día a mis 63 años puedo darme permiso para sentir lo que siento. He estado muchos años en terapia con Enrique y a él le debo este cambio.
Felicidades Alaia.
Un abrazo.
ediren dice
Muchas gracias Mª Asun por tu comentario. Nos alegra mucho que el proceso terapéutico que has vivido en Ediren en especial con el psiquiatra del equipo, Enrique Saracho, te haya servido para generar cambios en tu día a día. Felicidades.
ediren dice
Muchísimas gracias Hugo por tu comentario. Nos alegramos mucho de que las entradas que aporta nuestro equipo de profesionales al blog de la cooperativa sean de tu interés. Saludos.