Admiración, gratitud, respeto … son sólo algunos de los sentimientos que flotaban en el ambiente al final del encuentro de ayer con dos grandes del deporte femenino de Vitoria-Gasteiz, en el marco de nuestras XIII Jornadas Salud y Modos de Vida Ediren, que este año tienen como protagonistas a las «Mujeres como motor de cambio social».
Tuvimos el honor de recibir en nuestra cooperativa a dos representantes de dos generaciones diferentes del deporte femenino que nos regalaron trayectorias deportivas, vivencias, luchas, conquistas, enfados, reivindicaciones, triunfos, anécdotas … Aprendimos muchas cosas…
Por un lado, Alba Arznar centrocampista de las Gloriosas del Deportivo Alavés. Ésta es la segunda temporada que ficha por el conjunto alavés y con una gran carrera deportiva a sus espaldas en otros equipos desde el 2010 (Nàstic, Barcelona, Zaragoza y Levante). Una jovencísima mujer que apostó desde muy temprano por un deporte mayoritariamente masculino (no optó por la gimnasia rítmica como se le insinuó en su día…) que ha conseguido destacar notablemente jugando como profesional del fútbol.
Por otro Aitziber Porras, exjuadora del Gaztedi Neskak de Rugby, veterana de este deporte que ha compatibilizado su carrera como deportista de élite con su profesión como educadora social. Ahora también madre de dos hijos.
Un reflejo del largo camino que les ha supuesto a las mujeres deportistas llegar a lo más alto, desde dos trayectorias completamente distintas: la frescura de una mujer que está viviendo un momento álgido del deporte femenino contrastaba con un camino arduo lleno de reinvindicaciones y luchas de hace un par de décadas por conseguir visibilizar a las mujeres en un deporte, además, minoritario como es el rugby.
Todo esto ayudó a constatar que, efectivamente, el avance en el deporte femenino ha sido notable; que el cambio hacia una igualdad real ha venido para quedarse… Pero también se aportaron interesantes reflexiones en cuanto a la preocupación, e incluso se hablaba del miedo, a que ese cambio se traduzca en «reproducir patrones masculinos»… Incluso se comentó el temor de que todo el «boom» que está viviendo el deporte femenino desde hace escasamente un año sea un «mero espejismo»…
Tenemos que seguir en alerta, no podemos bajar la guardia, pero lo que está claro es que los avances que se han conseguido son reales, que estamos en plena transformación, en proceso de cambio, en el que todas formamos parte. Necesitamos construir deporte femenino hecho por mujeres y para mujeres; donde las directivas de los clubes estén formadas por mujeres…
¿La clave? La educación, la pedagogía, enseñar nuevos modelos desde la base… «desaprender para volver a educar». Un camino lento, largo, nada fácil, pero muy gratificante…
- «Me hace mucha ilusión que l@s niñ@s me vean como referente», Alba Aznar
- «No somos sin las que fueron y no serán sin las que fuimos», Aitziber Porras
Desde Ediren, y en nombre de todas las personas que estuvimos allí, ¡gracias!
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