Un año más, el calendario nos recuerda un día señalado: «25 de noviembre – Día Internacional para la eliminación de la violencia contra las mujeres”.
Desde Ediren, desde nuestro proyecto de Salud, no podemos pasar por alto esta fecha que ojalá un día se deje de señalar en rojo. Esto querrá decir que hemos logrado combatir como sociedad esta enorme lacra que todavía sigue matando y maltratando.
Hace unos días participé en un curso sobre “Masculinidades. Hombre e igualdad: retos y resistencias”, organizado por Gizonduz y Emakunde, en el que analizamos este interesante video de: «La calle no es nuestra. Eres machista y no lo sabes«.
Tipos de violencia
Al hilo del mismo, quería plasmar una serie de reflexiones sobre este tema. Y para ello, me parece importante hablar de los diferentes “tipos” de violencia. Parto de la base de que todas las violencias están bajo el paraguas del PATRIARCADO. El patriarcado da forma a una estructura social concreta en la que el hombre ostenta la autoridad y ejerce su posición dominante sobre la mujer.
- Por un lado, está la Violencia Estructural. Ésta traspasa fronteras, está presente en todas las sociedades, tengan un régimen político u otro. No depende de su grado de desarrollo, traspasa culturas, religiones, clases sociales, etc. Es una violencia cuyo origen es la discriminación de las mujeres por el hecho de serlo. Es la discriminación de la mitad de la población a la hora de la organización social del poder que se basa en valores socio culturales, normas y orden establecido. Es el problema estructural de la organización social.
- Por otro lado, la Violencia Simbólica. Es la que, desde mi punto de vista, se ejerce de manera velada y me parece la más peligrosa y difícil de identificar. Es la interiorización por parte de las mujeres y hombres de la desigualdad que existe desde el imaginario, asumiendo la naturalización de la misma. Es la asignación social del rol y su posterior asunción. En el momento en el que este binomio tienda a desaparecer, podríamos pensar que tenemos alguna oportunidad de cambio.
- En cuanto a la Violencia Machista, podemos decir que es la consecuencia de la desigualdad y de relaciones asimétricas de poder entre mujeres y hombres. No es un problema individual de unos hombres, es un problema estructural y sistémico. Lo entiendo como el brazo ejecutor visible del patriarcado.
Violencias en la vida diaria
En el día a día, es muy difícil separar los conceptos teóricos de las diferentes violencias pues están íntimamente relacionados. Entiendo que la violencia estructural es la que sustenta las demás violencias y, por tanto, impregna la vida de las personas sin que nos demos cuenta.
Con respecto a la violencia simbólica, en el video queda explicitado que la calle sigue siendo una amenaza para las mujeres en todos los ámbitos públicos. En el video se puede ver cómo unas profesionales del periodismo o de la política pierden su condición de mujeres profesionales y pasan a ser mujeres a las cuales se les puede decir con legitimidad, y sin que llame la atención, lo que el hombre quiera; por ejemplo, “en el fondo a todas las mujeres les gusta”, piropos, hacer alusión a su cuerpo etc. Está tan naturalizado todo ello que no llama la atención de la gran mayoría de las personas, sean hombres o mujeres.
Violencia machista, la más visibilizada
Como consecuencia de la violencia simbólica y de la estructural nos encontramos con la violencia machista. Es la que está más visibilizada. Entiendo que es el brazo ejecutor, por lo que, no está del todo legitimada, pero si naturalizada. Buena parte de las mujeres cuando se les preguntas dicen, casi de manera natural y no dando mucha importancia, que han sufrido acoso en algún momento de su vida; han sido seguidas por la calle, les han tocado en el metro; e incluso a alguna que como se suele decir «ha tenido mala suerte”, le han intentado tocar, besar o violentar en un portal o en la calle volviendo a casa por la noche; “te hace pasar un mal rato”. En algún caso en el que se ha tenido que pedir ayuda, el comentario de la persona que ayuda es “os ponéis esas faldas y, claro, al final pasa lo que pasa”. Se cuenta como una anécdota, pues a todas les ha pasado alguna vez.
Culpa y vergüenza
El sentimiento de culpa y vergüenza está implícito en las mujeres. Nos hacen creer que somos quienes tenemos la responsabilidad de lo que nos pasa, de la violencia que recibimos… Desde pequeñas nos enseñan a cuidarnos, a intentar no estar en lugares poco iluminados, con poca gente, a no volver a casa de noche solas, etc.; se naturaliza que la calle es peligrosa para nosotras.
Como decía una mujer en el video, “estas cosas” no sólo son de las mujeres que sufren maltrato fuerte en todas sus modalidades; en menor medida estamos todas en esa mitad de la población que sufre violencia sólo por el hecho de ser mujer.
La educación para el cambio
La sociedad cambia de manera vertiginosa a todos los niveles. Son tan rápidos los cambios que no nos damos cuenta de que hay cosas que necesitan más tiempo. Ahora nos hacemos conscientes de que no podemos permitir que se naturalice la violencia desde la cabeza, desde lo intelectual. Mucha parte de la población es consciente de ello y entiende que no se puede permitir; pero desde lo aprendido que tenemos incorporado en “la tripa” cuesta más hacer esos cambios. La educación es la solución más fuerte que tenemos para que se produzca esta transformación real.
Hablar de hombres
Creo que también es importante poner la mirada en el hombre y desde el hombre. Realmente es interesante darse cuenta de que a los hombres también les pasan cosas, y que se puede hablar de ello. Ahora también se puede hablar de hombres cuando se hable de género, se está visibilizando la parte masculina. Es imposible que se cambien las cosas si no tenemos una visión más amplia de los géneros y se trabaje de manera conjunta.
Aún nos queda mucho por hacer…, pero soy optimista y tenemos que seguir por el camino de la inclusión, de manera conjunta y al unísono, y no por el del enfrentamiento y la discriminación.
Susana Martinez Iza. Educadora social, experta en mujer, familia e igualdad.
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