En nuestro día a día, no solemos prestar la atención suficiente a nuestros pies. Cuidarlos es fundamental para evitar alteraciones como fascitis plantar, superposición de dedos, espolón calcáneo, etc. y que debemos tratar con ondas de choque, entre otras terapias.
Los pies son los que nos arraigan al suelo, son los que nos mantienen en el presente, dándonos la posibilidad de avanzar, de caminar hacia el futuro, (o retroceder si lo requiere), hacia nuestros proyectos, son los que sostienen nuestro cuerpo.
Los pies nos dan y trasmiten mucha información sobre las personas. Si observamos a una persona su forma de caminar, su distancia entre pasos, sus apoyos, nos están trasmitiendo cómo camina y cómo pisa la vida.
Una persona que camina con pequeños pasos, cortos y lentos, y además mantiene una postura decaída, encorvada y mirada baja, suele arrastrar los pies; es como si no quisiera o le costara avanzar hacia delante. Si, por el contrario, observamos a una persona que vive siempre pensando en el futuro, en lo que vendrá, su caminar será ligero, pasos seguros y una postura erguida para disminuir el peso y avanzar más rápido.
El pie es una compleja y potente estructura. Está formado por multitud de pequeños huesos, músculos y ligamentos que le permiten gran movilidad. A esta estructura biomecánica le debemos añadir una gran cantidad de receptores sensoriales que informan constantemente de la presión y tensión para adaptarse a los continuos cambios del centro de gravedad, de la superficie que pisamos, del ángulo de apoyo y de esta forma, mantener la estabilidad. El pie se compone de un total de 26 huesos dispuestos en forma de arco.
Cuidar nuestros pies para prevenir
Tenemos que ser conscientes de la importancia que tienen nuestros pies en nuestro día a día. Si permanecemos sentadas/os durante muchas horas, nuestro arco plantar no estará entrenado para después correr o caminar en terrenos inestables sin un previo entrenamiento calentamiento y calzado adecuado. Si, por el contrario, estamos muchas horas de pie nuestro arco plantar necesitará descansar y estirar para relajar esa tensión mantenida.
Las posiciones incorrectas y el uso de un calzado inadecuado, desencadenan fuerzas y tracciones que afectan a la estructura del pie. A medio y largo plazo, esta cúpula de tendones y ligamentos comienza a ceder y la gravedad termina por producir deformaciones y alteraciones como talalgias, espolón calcáneo, dedos en garra, dedos en martillo, superposición de dedos, fascitis plantar, etc.
Hay que tener en cuenta la repercusión que se pueden derivar de un problema en los pies por pertenecer a una importante cadena de todo el miembro inferior (tobillo, rodilla, cadera, espalda).
Desde Ediren consideramos que el cuerpo y su cuidado es muy importante para su bienestar. En este caso nos paramos y detenemos para observar nuestros pies, pilares fundamentales para nuestra vida. Por ello su atención es fundamental, eliminar el dolor es indispensable.
Si sentimos en nuestra marcha diaria que algo molesta en nuestra planta del pie, tendremos que parar, soltar el zapato o modificar la doblez del calcetín y eliminar esa molestia, no continuar, no seguir avanzando.
Consejos para cuidar nuestros pies
Proponemos unos consejos para cuidar nuestros pies:
Mantener buena higiene e hidratación
Exfoliarse y secarse bien. Usar calcetines o medias que no generen excesiva sudoración, cuidar la pedicura (corte de uñas y limpieza de las mismas). La aparición de durezas y grietas son síntomas a tener en cuenta y poner atención.
La hidratación y el buen secado hace que no aparezcan hongos. En caso de que esto ocurra, consultar cuanto antes con un especialista y tratar para evitar su propagación por todo el pie. Tener en cuenta que las principales infecciones son causadas por hongos en los pies y puede acabar causando otras complicaciones tipo pies de atleta (papilomas), descamación, resequedad o mal olor.
Usar buen calzado
La importancia de un buen calzado desde la infancia es el mayor beneficio para nuestros pies, para evitar deformaciones en los dedos, malos olores etc. Utilizar el calzado adecuado para las diferentes actividades que vayamos a realizar. Evitar calzados que compriman los dedos o que el apoyo vaya a un punto concreto en vez de al centro de gravedad.
Hacer ejercicios
Existen muchos ejercicios que puedan favorecer y ayudar a que nuestros pies estén más sanos:
- Estirar los gemelos y el soleo.
- Dar movilidad al tobillo
- Mover los dedos y el empeine a flexión y extensión
- Realizar movimiento bisagra a todo el pie
- Apertura de dedos
- Estiramiento de dedos
Tratamiento con terapia manual y ondas de choque
En caso de que el problema aparezca, como un espolón o una fascitis plantar hemos de acudir a un especialista para que nos realice un correcto diagnóstico y posteriormente a un fisioterapeuta para que nos realice el tratamiento.
Las fisioterapeutas del equipo de Ediren realizamos dichos tratamientos utilizando diferentes técnicas como ultrasonido, trabajo manual, ondas de choque, que favorecen en su recuperación. También nos hacemos cargo de una reeducación postural para preservar posibles recidivas. Si consideramos oportuno también una derivación a podólogos para construir una plantilla que equilibre la pisada.
Yolanda Valle López de Samaniego, fisioterapeuta, experta en reeducación postural. Escúchale en esta entrevista:
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